Cuenta la historia que un 28 de octubre de 2016 los alumnos del Colegio Instituto Privado “Cristo Redentor” de Winifreda se movilizaron por las calles del pueblo, exigiendo la estatización del único colegio secundario del pueblo, propiedad del Obispado.
La crónica cuenta que los estudiantes se congregaron a las 18.30 frente al establecimiento educativo portando pancartas cuyas consignas eran “245 alumnos decimos basta, queremos un edificio en condiciones que nos garantice el derecho a la educación”, “Necesitamos un techo ya”, “Una Escuela en condiciones es un derecho”, “Todos por nuestro lugar”, “El futuro de Winifreda está en riesgo”, “Exigimos la estatización”, “Basta de invadir la 104”, entre otras.
Luego, caminaron hasta la plaza San Martín donde una alumna agradeció a los profesores y a los padres presentes por apoyarlos “en una causa que nos identifica porque todos hemos pasado por las aulas y galerías del IPCR, que hoy se está cayendo a pedazos y la situación se agrava cada año más”.
Los alumnos también leyeron un petitorio dirigido a las autoridades que correspondan. “Como alumnos del IPCR de Winifreda queremos expresar nuestro apoyo para la provincialización del colegio, sabemos que hay voluntad compartida para lograrlo y queremos que sepan que estaremos presentes cuando nos necesiten”, afirman en el texto.
Crónica de los hechos
“Desde hace años venimos padeciendo problemas edilicios, grietas y goteras en el techo, cortocircuitos, inundaciones, caída de mampostería, espacios humedecidos e insuficientes”. A raíz de estos dramas “en estos momentos nos encontramos albergados transitoriamente en la Escuela 104, que tuvo que resignar aulas y galerías para darnos espacio, pero necesitamos un lugar para nosotros. Aseguremos entre todos el futuro de Winifreda”, dijeron los alumnos del IPCR.
En verdad la falta de mantenimiento edilicio era notable.
El 24 de octubre de 2016, con autorización de autoridades ministeriales provinciales se suspende, por el término de dos días, el dictado de clases en el IPCR debido a persistentes lluvias que anegan parte de algunas aulas y galería y humedecen la instalación eléctrica, lo que constituye un riego para la población escolar y para quienes trabajan en el lugar.
El 26 de octubre de 2016, antes de comenzar la jornada escolar en un sector del edificio de la Escuela Primaria Nº104, alumnos y personal del IPCR hacen un abrazo simbólico al edificio que deben abandonar porque el deterioro en su infraestructura impide el dictado de clases en sus aulas.
28 de octubre de 2016, los alumnos realizan una marcha por las calles de Winifreda que finaliza en la plaza San Martín para reclamar una solución definitiva a los problemas edilicios que impiden el normal desarrollo de clases en el establecimiento.
Los docentes
Los docentes del colegio, a través de una carta, indicaron que durante muchos años “hemos vivenciado diversas situaciones, las goteras y el riesgo con la electricidad han sido recurrentes con las consecuencias que esta situación ha generado como la suspensión de clases, pero claro por suerte a nadie se le cayó el techo encima”.
Mientras que a los alumnos les manifestaron: “Admiramos profundamente la valentía, coraje y la responsabilidad con la que están afrontando esta situación tan difícil. Cuánto tenemos que aprender los adultos de ustedes a decir basta, hasta acá llegamos, esto no da para más, si no nos escuchan hay que salir a la calle para que nos escuchen, aprender que la ciudadanía se construye con actos y no solo con palabras”.
Esta hermosa institución que con errores y virtudes a educado a muchísimas generaciones de nuestro hermoso Winifreda , hoy necesita de todos nosotros para salir adelante.
Durante mas de 50 años, estos pasillos vieron crecer a cientos de hombres y mujeres que hoy son ciudadanos hechos y derechos. Decenas de profesionales hicieron sus bases en el mismo, desde médicos, farmacéuticos, pasando por ingenieros, licenciados docentes etc
Personas de reconocimiento nacional e internacional pueden decir con orgullo "Yo fui al IPCR".
La propuesta que quiero acercarles a todos como ex alumno, graduado y docente del instituto, es una campaña solidaria que nos haga fuertes como sociedad. Con los alumnos de sexto año bautizamos al proyecto como "AYUDANOS A SUMAR ", con el fin de apelar al sentido de pertenencia de alumnos, ex aumnos, graduados, padres, madres población en general.
Soy un convencido que en los tiempos que corren, la unión de la comunidad de Winifreda va a dar sus frutos.
En los próximos días, implementaremos una pagina o grupo en facebook con toda la información del proyecto, como así también invitaciones a diferentes promociones del colegio para que se interioricen de la situación del mismo
Con un granito de arena por parte de todos, la solución es latente.
Por el futuro de nuestros jóvenes nos tenemos que ""poner la camiseta "" del IPCR!!!
HAY QUE UNIRSE, NO PARA ESTAR JUNTOS, SI NO PARA HACER ALGO JUNTOS!!! J.C
Gracias por su tiempo!!! Saludos ....
Marcos Ponce - Docente
El 31 de octubre de 2017, en el amplio terreno de la calle Alsina y Rivadavia de Winifreda (ex Club Social y Deportivo Winireda), comienza la limpieza del espacio y la nivelación del suelo para dar inicio a la construcción del nuevo edificio del futuro colegio secundario .
Las obras se iniciaron, el "nuevo cole" empezó a crecer y a tomar forma, hasta que un 3 de junio de 2019 se inauguró.
Ese histórico día, la ministra de Educación de La Pampa, María Cristina Garello, junto a autoridades provinciales, la intendenta municipal, Irma Adriana García, la directora de la institución secundaria, María Cecilia Chaves, docentes, estudiantes y familias, participaron del acto de inauguración del colegio secundario en Winifreda.
La ministra de Educación Garello expresó: “La educación no es un gasto, la educación es una inversión. Así es como estas cosas son posibles y se concretan. El señor gobernador tomó la decisión de gestionar y construir un colegio secundario en Winifreda. Así fue como gracias a esa gestión conseguimos los fondos del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la nación y logramos hoy inaugurar este edificio que es un orgullo para todos”.
Al finalizar, la funcionaria dedicó unas palabras a la comunidad docente. “Debo decirles que hoy están dadas las condiciones para que todos los adolescentes de Winifreda y de la zona rural aledaña, estén dentro de la escuela. Y si no están, tenemos que salir a buscarlos porque ellos tienen el derecho a completar sus estudios secundarios, y nosotros tenemos la obligación de darles las posibilidades para que sea realidad”, concluyó.
Por su parte, la intendenta municipal mostró su satisfacción por la concreción de la obra. “Desde que soy intendenta, ésta es la primera vez que me toca algo tan profundo, porque un colegio significa la posibilidad de crecer, un edificio significa la posibilidad de pensar. Cuando me llamó la ministra diciéndome que habían decidido junto con el gobernador hacer este colegio en Winifreda, yo no sé si todos tienen la dimensión, la idea de lo que es y significa; es importantísimo”, rescató García.
En representación de la comunidad educativa de la institución, la directora agradeció al Gobierno provincial el sueño hecho realidad. “Gracias a todos por habernos acompañado. A los chicos, llegó el gran día para disfrutar este nuevo edificio que debemos cuidar entre todos”, finalizó Chaves. Fuente APN, La Arena, Municiplidad de Winifreda
Mañana abrirá sus puertas como Colegio Secundario Provincial, o algo así.
Pero el IPCR será material de archivo.
Seguro miles de anécdotas en el recuerdo de cada uno podrán reconstruir su historia, riquísima.
Pero historia al fin.
En mi caso, me fuí forjando de niño a hombre en aquella época de estufas a querosén y mañanas con heladas y tuve la inmensa suerte de ser alumno de profesores que dejaron huellas profundísimas
Por caso, Milton Rulli que nos enseñó historia, pero también que la palabra medida y justa era un don difícil de lograr y por tanto muy valioso.
O Alejandro Baluth, un apasionado de las letras que siempre escuchaba y entendía.
O el querido Dr Davor, ese genio que contagiaba curiosidad.
Tantísimos mas, algunos muy jóvenes y otros no tanto.
Tantísimos mas, todos en una enorme fila de recuerdos queridos.
Mis recuerdos en esos pasillos son solamente buenos.
Habré eliminado los malos, o no lo serían tanto, o se habrán reescrito en memorias felices.
Los rectores y docentes fueron y son, con matices, todos mas o menos amigos míos.
Esa es mi riqueza.
Ese fue el valor agregado del IPCR en tanto colegio de pueblo.
El vínculo casi familiar entre los directivos, los profesores, los alumnos y sus familias.
Nunca lo imaginé permeable a las disputas políticas, atravesó la dictadura con (supongo) dignidad, y fue en ésa época que recibió a los profesores que eran silenciados en Santa Rosa.
Como esos viejos artistas que se despiden vitoreados por sus fans, el IPCR da hoy el último saludo.
Quizá, en parangón con esos artistas, este retiro sea la mejor elección.
Hasta siempre.
Muchas gracias querido Colegio por la vida que me construiste.
Darío Jañez - Ex alumno del IPCR
